Qué es la sonrisa gingival
Hablamos de sonrisa gingival cuando sonreír provoca una sobreexposición de las encías y puede considerarse como tal cuando el paciente presenta una exposición por encima de los tres milímetros de tejido gingival.
La sonrisa gingival es uno de los problemas relacionados con la estética dental más referidos por los pacientes y puede estar relacionada con la acción individual y conjunta de diferentes factores etiológicos.
causas de la sonrisa gingival
Algunas de las posibles causas de la sonrisa gingival son una erupción dentaria pasiva o alterada, displasia esquelética, el crecimiento excesivo del maxilar y/o la combinación de algunos de estos factores.
En otros casos, el motivo es tan sencillo como la propia morfología del labio superior y es por la diversidad etiológica por lo que el tratamiento sólo podrá determinarse tras la exploración y estudio de cada caso y un diagnóstico que distinga correctamente el factor etiológico.
La toxina botulínica tipo A (BTX-A) ha sido centro de estudio en el tratamiento de la contracción muscular excesiva desde finales de los años 70. En los casos en los que la sonrisa gingival está provocada por la hiperactividad de los músculos elevadores del labio superior los tratamientos con BTX-A se convierten en una alternativa mínimamente invasiva eficaz para la mejoría temporal de la sonrisa gingival.
En qué consiste el tratamiento con BTX-A
La toxina botulínica relaja los músculos sobre los que actúa por lo que está especialmente indicada para corregir las arrugas de expresión, especialmente para las arrugas perioculares (“patas de gallo”), los surcos que se forman en la frente y entrecejo (líneas glabelares) y la sonrisa gingival.
El tratamiento de la sonrisa gingival con toxina botulínica es relativamente sencillo, indoloro y los resultados son inmediatos.
El procedimiento consiste en practicar en el paciente microinyecciones de toxina para relajar los músculos responsables de la elevación del labio superior.
El tratamiento con toxina botulínica es totalmente reversible ya que esta toxina es un elemento reabsorbible por el organismo.
La duración de los efectos de las inyecciones de toxina botulínica depende de cada paciente; de sus características y necesidades faciales, su expresividad facial, la edad o el tipo de piel. Como media, los efectos de un tratamiento con toxina botulínica oscila entre 3 y 6 meses y suele ser recomendable repetir el tratamiento cada 4 o 5 meses.
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quién realizará mi tratamiento
MD, DDS, MSc, PhD
Dr. Isidoro cortell Ballester
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Doctor “Cum Laude”. Universidad de Barcelona.
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Licenciado en Medicina. Universidad CEU-Cardenal Herrera.
- Licenciado en Odontología. Universidad de Barcelona.
- Máster Oficial en Técnicas Avanzadas Estéticas y Láser. Universidad CEU-Cardenal Herrera.
- Máster oficial en Dolor Orofacial y Disfunción Craneomandibular. Universidad San Pablo-CEU.
- Máster de Cirugía Bucal e Implantología Bucofacial. Universidad de Barcelona.