Qué es la toxina botulínica. Usos y tratamientos

arrugas glabelares

Qué es la toxina botulínica

Uno de los tratamiento estéticos más demandados en las clínicas de Medicina Estética Facial es el tratamiento de las arrugas de expresión con toxina botulínica. Por eso, en este artículo, queremos explicaros qué es y en qué consisten los tratamientos estéticos con este producto.

Al igual que en el artículo sobre el ácido hialurónico en el que os comentábamos que resultaba paradójico que un ácido se utilizase para hidratar la piel, también resulta curioso que una toxina se utilice para corregir las arrugas de expresión, y, por ese motivo, creemos que es importante explicar qué es y cómo funcionan los tratamientos.

La toxina botulínica es una neurotoxina producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum (responsable de una enfermedad llamada botulismo que afecta a los nervios  impidiendo que las señales nerviosas se trasmitan desde los nervios a los músculos. El resultado es una parálisis muscular temporal que no lesiona las estructuras nerviosas. Dicho de otro modo, esta toxina impide que determinados músculos de la cara se contraigan ayudándonos a eliminar temporalmente las arrugas de expresión. Su efecto es temporal y dura entre cuatro o seis meses, dependiendo de cada paciente.

Dicho esto, la toxina botulínica lleva utilizándose desde hace más de 20 años en diferentes especialidades médicas (oftalmología, neurología, medicina estética, etc.) y existe evidencia científica sobre su uso por lo que, utilizada por un médico, es totalmente segura.

Cuándo y cómo utilizar toxina botulínica

Una de las ideas más importantes que debemos trasmitirte es que únicamente debe realizarte un tratamiento con esta toxina un médico especializado en Medicina Estética que sea capaz de evaluar tu caso desde una perspectiva de evidencia científica y te recomiende el tratamiento que mejor se adapte a tus necesidades y características.

De hecho, la toxina botulínica no está recomendada para tratar algunas de las arrugas de expresión de la cara. Algunas arrugas que aparecen por flaccidez o sequedad de la piel por el paso de los años se tratan, por ejemplo, rellenándolas con ácido hialurónico.

Los efectos de la toxina botulínica duran entre cuatro y seis meses dependiendo del paciente. Cuando los efectos de la toxina desaparezcan, deberá ser nuestro doctor el que decida si es recomendable repetir el tratamiento y cómo.

que es el botox

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Los efectos secundarios de la toxina botulínica

Uno de los efectos secundarios que podremos evitar fácilmente si nos ponemos en manos de un médico estético-facial es una posible reacción alérgica a la toxina que podría llegar a provocarnos inflamación en cara y garganta, urticaria e incluso dificultad para respirar.

Por otro lado, no hay que olvidar que toxina botulínica paraliza la acción de los músculos en los que se inyecta, por lo que su aplicación en una zona equivocada puede producir una parálisis facial. No sólo es necesaria un perfecto conocimiento de la anatomía facial del paciente sino estudiar sus rasgos de expresión para que el tratamiento con toxina botulínica consiga los resultados deseados.

Otras aplicaciones de la toxina botulínica

La toxina botulínica no sólo se utiliza en la Medicina Estética Facial y su uso se extiende a otro tipo de procedimientos médicos como el tratamiento de las migrañas.

Otra de las aplicaciones de la toxina botulínica consiste en inyectarla en los músculos meseteros para combatir las alteraciones que provoca el bruxismo. La toxina es un potente relajante muscular local que actúa por un amplio periodo de tiempo (3 a 6 meses), relajando los músculos masticadores afectados, sin producir los indeseables efectos secundarios de los relajantes musculares sistémicos (somnolencia, relajación de musculatura no afectada, disminución de reflejos, etc.). Otro de sus usos más empleados es la corrección de la sonrisa gingival.

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